El Parlamento Europeo reclama por las víctimas

En su recientísima resolución de 10 de febrero de 2010 el PE reclama de la Comisión Europea y del Consejo la adopción de políticas centradas en los derechos humanos y en luchar contra la trata, y a favor de la prevención y de la protección de las víctimas. Todo el documento se orienta hacia la víctima, exigiendo políticas comunitarias en las que, en tiempos de crisis, se rehabilite a las víctimas como una de las prioridades del sistema de seguridad social y del mercado laboral.

Reclama también una mayor cooperación con las ONG, y el establecimiento de una PLATAFORMA PERMANENTE en la UE para aunar los esfuerzos de las instituciones comunitarias, agencias, policía, fiscalías y jueces a todos los niveles. Deseoso de recopilar información de las mejores fuentes, pide un informe conjunto anual a Eurojust, Europol y Frontex, agencias europeas que tendrán que implicarse aún más en esta empresa. Se reitera la utilidad de constituir equipos conjuntos de investigadores policiales y a FRONTEX la conveniencia de sensibilizar a los policías de fronteras para estar alertas e identificar a las víctimas para asegurar su protección.

Por primera vez, se menciona de forma clara la necesidad de aumentar la prevención y la posibilidad de centrarse en los usuarios de los servicios que facilitan las personas víctimas de trata (una clara alusión al debate sobre si perseguir legalmente o no a los puteros). También se recuerda la importancia de emprender campañas de información y alerta en los países de origen, a donde se deberían extender también las ayudas de reinserción. Por cierto, además de reiterar la necesidad de que la víctima cuente con un permiso de residencia temporal (colabore o no como testigo), se insta a que se desarrolle una política de reagrupación familiar de las víctimas, especialmente cuando es necesario proteger a sus parientes.

La valoración que hizo de 2009 EUROPOL es que la trata de mujeres para explotación sexual no ha descendido y que el tráfico para explotación laboral está subiendo. También confirma que cientos de miles de personas son traficadas hacia o en la UE cada año.

Algunas de estas medidas ya han sido incorporadas a nuestra legislación y práctica diaria, pero es necesario mentalizar a las instituciones de que la tendencia UE no siempre tiene que ir por delante tirando del carro. No hay que esperar a que nos obligue una Directiva, hay que seguir adelantándose, siempre en beneficio de la víctima, y sin olvidar la prevención.

Haití, la trata de niños y la responsabilidad internacional


Desde hace unos días se han concretado nuestros peores temores en lo referente al tráfico de niños haitianos. Ya se han realizado las primeras detenciones de norteamericanos implicados, pero es seguro que durante las próximas semanas asistamos a nuevos y terribles descubrimientos sobre trata de víctimas.


Partiendo de que, casi desde los primeros días, se sabía que la mitad de las víctimas del terremoto eran niños, y de que ya antes de la catástrofe, el país era más un estado fallido que cualquier otra cosa, se debería haber previsto que las redes criminales, dentro y fuera del país, se cebarían a no tardar en esta práctica criminal. En desastres anteriores, en otras áreas geográficas, el despliegue de contingentes militares humanitarios ha permitido a algunos desalmados con uniforme empañar el esfuerzo de los operadores mediante prácticas abusivas y criminales (violaciones, etc). Ojalá no sea cuestión de tiempo que surjan noticias de este tipo de prácticas; de momento, ya hay médicos haciendose fotos frívolas en medio del caos.


¿Existe una estrategia en la comunidad internacional para reaccionar en este sentido en cuanto se produce una catástrofe? Lo dudo mucho, ya que al menos la UE ha quedado bastante en evidencia respecto a EEUU en lo que a organización logística y despliegue humanitario. Como para esperar que tuviesen un protocolo en fuerzas armadas o policiales en misiones de paz para evitar en lo posible la expansión del (esperable) tráfico de inmigrantes y del abyecto comercio de niños.


Quizás la Presidencia española de la UE debería tener los reflejos de incorporar en su agenda de iniciativas una propuesta de elaborar y adoptar un protocolo (sensibilización de los agentes desplegados, supervisión y autocontrol de los agentes, formación de los locales y de los operadores humanitarios, ...) para casos de catástrofes. Cuando ocurrió el tsunami también se registró este fenómeno, no se trata de algo novedoso. Es frustrante que la comunidad internacional (NU a la cabeza) no aprenda la lección.